KENDRA

Hace varios meses Kendra llegó a nosotras junto con su mamá Eire. Las personas que la rescataron nos avisaron de que no era un bebé normal ya que arrastraba sus patas de atrás. Lo primero que hicimos fue asegurarnos si orinaba por si sola y descubrimos que no tiene sensibilidad en sus esfínteres, algo habitual en gatos con problemas de médula.

Enseguida tuvimos visita a la clínica veterinaria, donde nos confirmaron que sus problemas son derivados de una hemivértebra. Tiene dificultades en sus patas de atrás es capaz de mantenerse de pie y de mover las patas. No puede saltar y cuando empieza a correr y jugar como buena cachorra, si que pierde la postura correcta y acaba corriendo como una ranita.

Lo único que necesita es que se vacíen sus esfínteres dos veces al día. Es muy sencillo aprender y se tardan menos de 15 segundos en que haga pipí. No es doloroso y ella está muy acostumbrada. Además es una gatita cariñosa, sociable y muy muy juguetona. Es negativa a inmunodeficiencia y leucemia felinas.