MAURICIO

Mauricio y su compañera de vida Marcela quizá sean hermanitos. Quien los tenía y cuidaba, los abandonó en una finca solos, pasando hambre y sin poder salir de allí. Una crueldad injusta para unos animales que no habían hecho nada malo en su vida.

No tenían comida ni agua ni forma de salir de allí, hasta que alguien bueno se percató de ello y se avisó a las autoridades para que los sacaran y se buscara al propietario de todo, de finca y de animales. Pero nunca apareció. Su destino era la perrera de la zona y con todo lo que ellos ya habían sufrido no podían terminar allí.

Así que Axla se hizo cargo de ellos y viven desde hace años en el albergue, en una finca solo para ellos, pero necesitan una buena familia que les quiera. Son muy dóciles y estupendos guardianes, de muy buen carácter, como buenos mastines.